¡Buenas! Me llamo Richard Alamar y os quiero dar la bienvenida a este espacio donde pretendo informar y al mismo tiempo invitar a la reflexión. En él se abordarán temas de actualidad e interés.
Esta primera entrada del blog surge de la asistencia a la conferencia sobre “Alimentación y envejecimiento de la población” impartida en las instalaciones de ESIC Business & Marketing School. Cuando hablamos de alimentación hay dos agentes imprescindibles, la industria y la comunidad científica, y nutricionistas. Estos estaban bien representados en la conferencia de la mano de Rafael Juan, CEO en Vicky Foods, y Cruz Martínez, experta en nutrición.
Nuestros números
En un contexto donde los recursos son limitados y la población no hace mas que crecer, me lleva a plantearme cuestiones como la sostenibilidad, la calidad de vida, la esperanza de vida, la educación nutricional y la innovación de la industria agroalimentaria. En la actualidad el mundo soporta a mas de 7.600 millones de personas, las cuales crecen cada año y donde se espera que alcancen los 9.700 millones en 2050. Las personas de mas de 65 años representarán un 16% de la población mundial en 2050. Esto puede suponer un problema para abastecer a todo el mundo.
Estas previsiones se basan en los últimos estudios de la OMS (Organización Mundial de la Salud) 2020, Envejecimiento y Salud. Donde vemos cómo la esperanza de vida aumenta debido a una mejora considerable en higiene personal, educación nutricional y evolución de la tecnología. Se observa también una mayor concienciación en cuanto al valor nutricional de los productos y añadiría una mayor concienciación medioambiental.
¿Qué buscamos como consumidores?
Para los consumidores es importante que la empresa sea respetuosa con el medio ambiente, bien sea dedicando un presupuesto para revertir su huella de carbono o con una simple modificación del packaging donde se utilice menos plástico.
El consumidor tiene mas información y es mas exigente pero, ¿realmente la utiliza? Me refiero a que todos sabemos que hay ciertos alimentos que no nos “interesan”, nutricionalmente hablando, pero terminamos por ingerirlos por su sabor, por falta de tiempo o por su fácil transporte (envasados). Un abuso de estos alimentos poco recomendables, provoca deficiencias a todos los niveles; vitamínicos, proteicos, sistema inmunológico y sensación de energía en general. Entonces me viene a la mente la siguiente pregunta: ¿quién es responsable de esa ingesta, las personas o la industria por crearlo?
Entonces, ¿cuál será el siguiente movimiento de las empresas agroalimentarias? ¿nuestro estilo de vida condena nuestra alimentación? ¿podremos abastecer a todo el mundo en 2050?
La industria agroalimentaria
Nuestra industria se actualiza con las nuevas tecnologías para conseguir un mejor producto y una mayor eficiencia en sus procesos. Prueba de ello son las normas ISO 9000 e ISO 22000, donde ambas garantizan la calidad y control de productos, estandarizando las normas de seguridad de los alimentos.
La industria trabaja de la mano con la comunidad científica, estudiando la mejora de los alimentos: valor nutricional, espesura, cantidades en la mezcla, preservación, humedad, temperaturas, composición, pruebas … Y una larga lista donde trabajan de la mano para poder llevar un producto “perfecto” al cliente. Esto no significa que todos los productos que se crean sean fuentes nutricionales y vitamínicas para el consumidor. Pero sí que mantienen y cumplen todas las medidas de seguridad y transparencia, visto en su etiquetado.
El producto y su etiquetado …
Es aquí donde existe un juego visual, de palabras, incluso de colores. El etiquetado. Legalmente están obligados a indicarnos de que se compone el alimento y las cantidades de azucares, grasas, sales y calorías entre otras. Cuando hablamos de alimentos sanos y que se encuentran dentro de una dieta saludable, no encontramos mucho engaño en el etiquetado. Cuando pasamos a alimentos “deseables” pero no interesantes para nuestra salud, vemos como el resaltado y tamaño de ciertas palabras, colores e incluso nombre del producto, desvía nuestra atención. Y por tanto nos confiamos en lo que vemos a primera vista sin indagar mas allá. No hago responsable a la industria, porque el deber de informarnos correctamente es únicamente del consumidor. Pero … ¿se aprovechan de nuestra parte mas impulsiva de nuestra inmediatez, y somos mas inocentes por lo que vemos en el envoltorio?
En relación a las compras de alimentación, uno de los temas que tratamos en la conferencia es el impacto del precio en la toma de decisiones del consumidor. Muchas veces la diferencia de unos céntimos nos hace escoger alternativas peores. Tenemos que empezar a pensar primero en nuestra salud y en segundo lugar, en que esos céntimos que marcan la diferencia representan ya no solo los ingresos de la empresa, si no también toda la cadena de valor que ha trabajado para llevar ese producto de calidad hasta ti. Esto conlleva costes para los que generan la materia prima, distribuidores, proveedores y logística y que se repercuten en este precio.
En conclusión, hemos de educarnos como consumidores para interesarnos y formarnos en hábitos alimenticios para mantener y aumentar nuestra esperanza de vida. Y la intención es que sea con una gran calidad de vida, que se consigue a través de una alimentación saludable y con ejercicio físico. Las autoridades deberían tomar una mayor acción de concienciación y educación a través de charlas informativas, formación nutricional al profesorado de infantil, primaria y secundaria. Consiguiendo desde temprana edad un entendimiento claro de nuestra alimentación. De esta forma conseguiremos una sociedad mucho mas sana y acabaremos con el problema de la obesidad infantil y los problemas de una mala alimentación, que repercuten en este país en un mayor gasto, entre ellos el de la sanidad publica.
Somos responsables de nuestra propia alimentación.
41 respuestas de ¿Quién es el responsable de lo que comemos?
Relacionado